Castellano Sancho, Frederic

Castellano(Càlig, 1901). Alcalde destacat de Benicarló en el periode 1931-1938. Molt convençut i propagador de les seues idees republicanes i molt recte, va patir, però, la incomprensió de altres idealistes més radicals. Va rebre gran suport des de les publicacions vinarossenques i en especial de “Patria Libre” i del seu director, Alvaro Pascual Leone. Les seues Memòries, publicades a l’exil-li a Mêxic en 1982 són expressives i molt interessants per a conèixer aquesta difícil època de la República i guerra civil en les nostres terres, vistes des del ban dels perdedors. En referència a Vinaròs recordava que un comerciant de vins va introduir en el negoci el seu pare; que el seu mestre en Càlig era D. German Carbó de qui guardava molt bon record; que va assistir a un mítin de Marcel.lí Domingo celebrat en el Centre Republicà (un local molt antic segons ell); va ser empresonat a Vinaròs per escriure un article i diu així: “No recuerdo si fue el martes o el miércoles, cuando recibí un citatorio del juez de Vinaroz para que me presentara al Juzgado de Primera Instancia, con el fin de responder a los cargos por el artículo publicado en el semanario Libertad. Me presenté al Juzgado y los acepté, sosteniendo que lo dicho era cierto, aunque no lo podía comprobar. Se ordenó mi detención y desde ese momento quedé en la cárcel: Estaba tan consciente de que había de ocurrir así, que llevaba mis libros de contabilidad y una serie de cosas atrasadas para ponerlas al dia; además, la máquina de escribir, para que no faltaran los artículos para el semanario, que según me decían los amigos, eran muy solicitados. / La noticia se extendió como pólvora por toda la provincia y la idea que tenía de que allí podría trabajar, era una vana ilusión. Sólo cuando el guardia tenía orden de cerrar la puerta principal y hacía salir a las visitas, podía hacer algo. Entonces aprovechaba para escribir el artículo y mi nombre se dió a conocer más allá de la provincia, adquiriendo en el acto, una categoría especial. Nunca se había visto cosa igual en la cárcel de Vinaroz: De todos los pueblos venían amigos y correligionarios; la cola era interminable y los obsequios eran tantos, que después de saciar el apetito de los presos, se enviaban los cosas de comer al hospital. El tiempo que se daba a cada visitante era el estrictamente necesario para saludarme y era concesión especial del señor juez, quien sabiendo de qué se trataba, permitia lo que parecía ser una amenaza para el orden público. Cuando llegaba la noche, estaba molido de tanto apretón de manos. / La Ley de Responsabilidades Políticas que se promulgó durante la República, concedía quince días de plazo para que se resolvieran todos los casos políticos y desde allí me tenían que conducir a la cárcel provincial para celebrarse el juicio en la Audiencia. (…)”; En el vaixell en que surtiria després des d’Alacant cap a l’exil.li va coincidir entre altres polítics amb el metge Mario del Pino que cita sovint el Dr. Ribera en el seu llibre “Zonariv”.

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