Expulsió dels moriscos

expulsioEl port natural de Vinaròs va ser escollit entre altres per embarcar als moriscos que en l’any 1609 van ser expulsats per decret de la Península, sobretot de les nostres terres de Llevant. El marquès de Caracena, virrei de València, va dur a efecte l’expulsió, que es va fer en condicions molt dures. Els ports escollits van ser el d’Alacant, Grau de València, Dènia, Xàtiva, Moncòfar, Els Alfacs i Vinaròs. Els total d’expulsats constituien quasi una tercera part de la població total del Regne; es calculà que serien uns 170.000 moriscos valencians, els més nombrosos i més temuts de la corona. Lapeyre avaluà els moriscos valencians expulsats en 117.464 individus. El decret assenyalava que un 6% d’ells havien de quedar en el seu lloc d’origen per ensenyar les seues tècniques agrícoles, decret que es va anul.lar a l’any següent. Quedaven encara pendents del regnat anterior els tres problemes considerats més greus: el bandolerisme, les incursions dels pirates turcs i berberics i el plantejat ara pels moriscs, considerats enemics dins de la pròpia casa.
Les creences dels mudèjars havien estat respectades pels seus senyors nobles, però aquells van ser obligats a convertir-se al cristianisme, fent-se així cristians nous o moriscos, en competència amb els cristians vells valencians, sent enemics perquè eren considerats com mà d’obra barata. En el medi urbà, els moriscos dominaven els oficis, artesanies i professions, però en l’aspecte social vivien separats i sense possibilitat de mescles, ni d’usos ni de costums; així des de la forma de menjar i vestir a les relacions sexuals, tot els separava. Des del segle anterior es seguia mantenint la idea de que els moriscos actuaven de quinta columna de les freqüents incursions piràtiques des de la costa africana. Els seus únics valedors, els nobles, els abandonen al deixar d’interessar-los, sent a les terres valencianes des d’on en primer lloc se’ls expulsa, resultant els cristians vells els més beneficiat per obtenir a baix preu les hisendes i objectes de valor, ja que aquells venien i malbarataven les seues millors prendes: donaven una casa per un ase, i una vinya per un tros de tela o llenç, perquè no podien traure ni l’or ni la plata. «Per entendre més el problema morisc cal tenir en compte l’opinió que es tenia d’ells. Així l’historiador Jaime Bleda en el seu llibre «Crònica de los moros de España”, escrivia: «A los moriscos y sus condiciones pinta el licenciado Aznar maravillosamente diziendo: Eran los moriscos una gente vilissima, descuydada, enemiga de las letras y sciencias ilustres, compañeras de la virtud y por consiguiente agena de todo trato urbano, cortés y politico. Criaban sus hijos cerriles como bestias, sin enseñança racional y doctrina de Salud. A las cosas de la Christiandad acudian forçados con penas y multas compelidos por los Curas y Alguaziles. Eran torpes en sus razones, bestiales en su discurso, bárbaros en su lenguaje, ridiculos en su traje, yendo vestidos por la mayor parte con greguesquillos, ligeros de lienço, de estameña azul o otra cosa valadi, al modo de marineros, y con ropillas de poco valor y mal compuestos adrede y las mujeres de la propia suerte con su corpeziti de color, y una saya sola de forraje amarillo, verde o azul, andando en todos tiempos ligeras y desembaraçadas, con poca ropa casi en camisa, pero muy peynadas las jouenes, lauadas i limpias. Eran vrutos en sus comidas, comiendo siempre en tierra recostados, segun rito de Iudios por mandado de Mahoma, sin mesa, no otro aparejo que oliesse a personas, mas que una estera y quando mucho unos manteles. Dormian de la misma manera, de ordinario en el suelo, en transpontines, almadrauas que ellos dezian en Aragon y en el Reyno de Valencia matalasets. Y aunque no les faltaban sus camas muy grandes, y anchas quando estauan enfermos, no se ponian en ellas, sino en sus cozinas iacian en un transpontinillo, y con un jarro de agua al lado, sin otra medicina mas que dieta, y con esto curauan de sus calenturas. Nunca se sangravan ni purgavan, ni llamavan los medicos, aunque auia algunos de su nacion y assi, viuian los 80, 90 y 100 años. Tenian cirujanos que con unguentos hazian maravillosas curas. Comian cosas viles, que hasta en esto ha padecido en esta vida por juicio del Cielo, como son frefas de diuersas harinas, de legumbres, lantejas, panizo, avas, mijo y pan de lo mismo y de Alcadia. Con este pan los que podian juntauan passas, higos, arrope, miel, leche y en el Reyno de Valencia cada dia comian arroz. Eran grandes amigos de frutas y ortalizas. Hartavanse de pepinos, berengenas y melones, y despues de jarros de agua, sin que les dañasse. No esperavan que la fruta estuviesse muy sazonada, verde la comian. Gastauan poco en el comer. Sus carnes ordinariamente eran de cabra, de oveja. Eran grandes amigos de pescados secos y baratos, de abadejo, caballa y sardinas y de ensalada cruda. Gastauan mucho aceyte y con el freyan la cabra. Eran muy amigos de burlerias, cuentos y nouelas. Y sobre todo amicissimos de bayles, danças folaçes, cantarzillos, aluadas, passeos de huertas y fuentes, y de todos los entrenimientos bestiales, en que con descompuesto bullicio y griteria suelen yr los moços villanos vozinglando por las calles. Tenian comunmente gaytas y dulzaynas, laudes, sonajas, cadufes. Vanagloriauanse de baylones, corredores de toros y de otros hechos semejantes de gañanes. Eran dados a oficios de poco trabajo, texedores de lino, sastres, sogueros, alpargateros, olleros, çapateros, albeytares. Eran grandes maestros de enseñar andadura a las bestias. Empleauanse en traginar, imitando a su archirecuero Mahoma. Eran hortelanos y reuendedores de azeyte, pescado, miel, passas, azucar, lienços, hueuos, gallinas. Tenian oficios que podian discurrir por las tierras, registrando lo que passaua entre los Christianos, y matando muchos dellos con todigos endemoniados que ponian en las cosas de comer que vendian. Estauan de ordinario ociosos, vagabundos, yuan por el campo hechos unos salvajes y Alaraues. En el invierno estauan echados al sol hablando y disputando de las alimañas, qual rocin tenia mayor passo y andadura y de otras cosas assi, siempre con griteria, bezeando. Muy pocos dellos tratavan en oficios de metal o yerro, o en piedras o maderas, excepto que tenian algunos erradores para su comun, por el grande amor que tenian a sus respetados machos, y para hazer hoces almaradas, achuelas armas que tenian siempre a mano. Eran entregadíssimos sobre manera al vicio de la carne, de suerte que sus platicas dellos y dellas y sus conuersaciones y todas sus inteligencias y diligencias eran tratar desso, no guardandose lealtad unos a otros, ni respetando parientes a parientes, sino lleuandolo todo a rienda suelta y tan sin miramiento a ley natural ni Diuina que usauan todo incesto, i entre ellos no se tenia por pecado ni por infamia estar amigadas las mugeres con sus cuñados; y para ello tenian licencia de sus maridos. Casavan sus hijos de muy tierna edad, pareciendoles que era sobrado tener la hembra onze años, y el varon doze para casarse. De la dote dellas, no se fatigavan, antes ellos las dotavan con la mitad de su hazienda, que era propiamente comprallas para tener sobre ellas todo el dominio que le concedió Mahoma como en possession suya. Atendian mucho a crecer y a multiplicarse, en numero como las malas yeruas. Ninguno dezeaua de contraer matrimonio, porque ninguno seguia el estado annexo a la esterilidad degeneracion carnal, poniendose fraile, ni monja, ni hauia continente alguno entre ellos, hombre ni mujer, señal clara de su aborrecimiento con la vida honesta y casta, todos se casavan pobres y ricos, sanos y coxos, no reparando como los christianos viejos, si un padre de familias tiene cinco o seis hijos con casar dellos el primero o la mayor dellas se contenta, procurando que los otros sean Clerigos o Monjas o Frayles o Soldados, o toman estado de Beatas y continentes. Sus tratos eran como de hijos y familiares de Satanas (qui in veritate non stetit) en todo mentirosos, cautelosos; nascian con la mentira en la boca y con el hurto en la mano. Huvo dellos en Aragon infinitas bruxas y en todas partes hauian grandes echizeros.» Aquest retrat que fa dels moriscos es meravellòs, quasi perfecte, però al mateix temps no pot amagar l’odi i el menyspreu netament racista.
Es va determinar fer amb tot el sigili possible l’expulsió de l’any 1609, intentant agafar els moriscos desprevenguts i sense armes. L’11 de setembre el rei havia escrit des d’El Escorial al Virrei, enviant-li la disposició, que ell va transmetre al dia següent als nobles de més confiança, entre els que es trobaven els cavallers Jofre de Blanes, de l’Hàbit de Montesa, comanador de Vinaros i Benicarló, D. Baltassar Mercader, germà del comte de Bunyol, D. Cristòfol Cedeño, governador de Dènia i D. Pedro Escrivà, senyor d’Argelita. Aquest havia donat a conèixer que els moriscos de la seua jurisdicció havien tramat apoderar-se de Vinaròs i Peníscola. Escriu Escolano molt abundantment del problema morisc per ser coetani dels fets, i no deixa de nomenar a Vinaròs en algunes ocasions: «En esta conformidad, en tanto que los Militares andavan en el nombramiento de los dichos Embaxadores, el Virrey mandó llamar quatro cavalleros, que fueron Don Pedro Escrivan del habito de Santiago, señor de Argelita, Don Jofre de Blanes del habito de Montesa Comendador de Benicarlon, Don Baltasar Mercader hermano del Conde de Buñol, y don Cristhoval Cedeño Governador del estado de Denia por el Marques: y encerrado con ellos el Maesse de Campo General, les dio cuenta de la intencion de su Magestad, encargandoles el secreto hasta el dia de la execucion: y juntamente la commission de ordenar las embarcaciones en los puestos que les fueren señalados, y de conduzir los moriscos a ellos. Eran todos sugetos que havian servido en la guerra, y como tales escogidos, y llamados algunas vezes a las consultas antes de partir, y de la publicacion del bando: y quedaron advertidos el Virrey y Don Agustin Mexia de Don Pedro Escrivà, que alla entre dientes havia presentido de los Moriscos de Argelita vassallos suyos, que para su levantamiento trahian puesta la mira en el castillo y puertos de Paniscola y Binaroz: y que poco antes que se barruntara su expulsion por la venida del dicho Maesse de Campo, hazian fiestas y zambras extraordinarias en todos los lugares de Moriscos de aquella redonda: y que sin echarse de ver cauta para ello, caminavan de noche y de dia de unos lugares para otros: lo que por fuerça havia de ser o por algun bien que aguardavan o por consultar alguna conjuración contra el pueblo Christiano. Dixo mas, que a prissa se hazian de vestir, y que se les conocia el desasosiego que trahian: y el mucho cuydado de acaudalar moneda de plata por los dinerillos de bellon que entonces corrian; que todos eran falsos y hechos por ellos (…)./ Oydas las advertencias que en las juntas dieron estos cavalleros, la vispera de la publicacion del bando, los mandaron partir con el mesmo secreto: a Don Pedro Escrivan y Don Joffre de Blanes a la parte de Levante, donde tenian sus tierras (…). Tras ellos, a diezisiete de Setiembre aportaron todas las galeras a los puertos que havian de tener en la marina de nuestro Reyno. Don Pedro de Toledo desembarcó en BINAROZ todo el tercio de Lombardia, y las dos compañias de Napoles; y haviendo ydo en persona con la dicha gente, señalo por plaça de armas la villa de Onda y dexó allí al Maesse de Campo Don Juan de Cordova con el mayor golpe de su gente. A Paniscola embio cinquenta soldados a cargo de un oficial reformado.(…).»(Colª1861-1862)./ Més avant, senyalant els ports de l’embarc, diu: «Estos Commissarios inferiores yvan subordinados en todo a los quatro mayores que ya asistian en sus puestos aguardandoles: y trahian poder de sacar de las compañias de la milicia efectiva del Reyno los soldados que huviesse menester, para conduzir con seguridad los Moriscos hasta embarcar en los Alfaques, Binaroz, Grao de Valencia, Denia y Alicante”. Els moriscos van lluitar per evitar l’expulsió i es van fer forts a la Serra d’Espadà, quan van vore que la cosa anava de veres. El desplegament de les forces del Rei, presenciant-se el pas dels poderosos terços de Lombardia que havien desembarcat a Vinaròs el dia 17 de setembre, amb dos companyies de Nàpols, baix les ordres de Pedro de Toledo i es dirigien cap a Xàtiva comanats per Joan de Còrdova, mostraven a les clares que la lluita seria molt desigual. Pere de Toledo va destacar 50 soldats baix les ordres d’un oficial a Peníscola, mentre enviava cap a Onda i la Serra d` Espadà al Mestre de Camp D. Joan de Cordova. En l’expulsió general va haver l’excepció de la diòcesi de Tortosa per la dura oposició que va fer el bisbe D. Pedro de Manrique, que haia plantat cara al comte de Salazar i al virrei de Catalunya, marquès d’Almazá. Així el Rei va ordenar: «He mandado que se ordene al Virrey que no moleste a estos moriscos que quedaron en Tortosa, sino que les deje gozar libremente de la gracia que se les hizo (…) y escríbase al obispo que tenga cuidado de ver como viven, pues por su parecer se quedan”. Aixó mateix confirma l’historiador de Morella, Segura Barreda, afirmant: «En este any (1609) se lanzaren de Espanya als moriscos, dexanse els de Morella y Aldees que eren bons cristians nous«. Sarthou Carreres ens diu que de Vinaròs van eixir 8.000 moriscos, i que l’encarregat de l’embarcament va ser D. Augusto Melià. També ens refereix que a l’Arxiu Municipal es conservava la carta del Rei. El vicari de Vinaròs Vicent Arnau, al llibre de baptismes des de 1600 a 1638, mentre escriu el bateig del dia 7 d’octubre de 1609, afegeix: «I fonch lo dia que començaren de venir los moriscos de la terra del Regne de Valencia pera embarcar pera Barberia», i el dia 15 del mateix mes torna a afegir: «fonch lo dia que vingueren pera embarcarse los moriscos de la Llosa«. El Padre Diago en el seu llibre «Apuntamientos», fent referència a D. Pedro Escrivà, encarregat pel Virrei en 18 de setembre per cercar allotjament per a la gent de guerra, diu: «D. Pedro Escrivà va a la Serra d’Espadà i als llocs més pròxims a ella, que ben vist li siguès, fer allotjament de la gent de guerra que havia de desembarcar en Vinaròs en les galeres manades pel Marquès D. Pedro de Toledo” (página 243). I al mateix D. Pedro Escrivà «Se li va donar finalment ordre que fes proveir de gent de la milícia efectiva amb les seues armes al comisari que anès a la conducció dels cristians nous per portar-los a embarcar a la villa de Vinaròs, que era el port que havia assenyalat per a la gent de Llevant«. I referent a la mateixa temàtica diu després: «Les galeres de Nápols no havien arribat encara al seu lloc, i tenint avis de la seua arribada, el Virrei va enviar la segona orde a D. Pedro de Escrivà, i el Marquès va tirar a la seua gent a terra en Vinaròs, el 22 de Setembre, i va anar caminant amb ella fins a Castelló de la Plana«. L’especialista del tema, el francès H. Lapeyre, afirma que aquí van embarcar 15.208 moriscos. Pot comptabilitzar amb certesa a 1795 el dia 11 d’octubre; a 2610 en 9 de novembre; 1719, l’11 d’octubre i 2351 el 4 d’octubre. Sumen un total de 8,475 moriscos. Frederic Udina i Ernest Belenguer opinen el mateix. Que els embarcats a Vinaròs eren 15.208 (Historia del Pueblo Valenciano. Levante 1988). Les galeres espanyoles que van embarcar moriscos el dia 9 de novembre eren la Capitana, Patrona i Señora, sent els seus propietaris Spínola, Federico Rio, Saulí, Mauria i D. Cosme (segons Lapeyre). Un quadre de pintura propietat de La Caja de Ahorros de Valencia (posteriorment BANCAIXA), que recull tota l’expulsió, de l’època, en la cita que fa de Vinaròs diu: «Los embarcados en Vinaròs asistiendo Don Jofre de Blanes fueron diesynuevemil y seiscientos».
En els protocols corresponents al notari Bayerri de Vinaròs, que encara es conserven a l’Arxiu Parroquial, de l’any 1610 es feia constar que els terços van estar aquí un any sencer, ja que manifesta en el protocol que es conserva d’ell a l’Arxiu Paroquial: «(…) a 22 de Setembre de l’any 1609 vingueren los tercios de Milà i Nàpols pera la expulsió y treta dels moriscos, y a 23 de setembre de 1610 se tornaren a embarcar trets ya tots los moros». Acabarem afegint pel nostre compte la teoria de que la gran maçana que formaven fins no fa més que una vintena d’anys les cases al voltant de la torre de Ballester, la qual es va construir precisament aquell any 1609, segons allí mateix es reflecteix, i l’enorme hort que l’envoltava, segurament seria la zona encerclada i vigilada on acamparien els moriscos, ja que estava propera al port natural i tocant a les primitives muralles de la població.

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