En 1986 eren tants els robatoris que es produïen en els comerços de la ciutat que es van haver de protegir els seus aparadors posant reixes, quan era una pràctica normal que les portes de les cases estiguèssen tranquilament obertes gran part del dia. Així llegim en el setmanari “Vinaròs” del 24 de maig de 1986. “En los últimos meses existe en Vinaròs un ambiente, casi una psicosis, de inseguridad que se ha reflejado de una manera especial en la gran cantidad de rejas que se han instalado. Aparte las farmacias que cada vez tienen algo más de “bunker, las rejas han llegado a establecimientos en los que normalmente no se ponían como es el caso de las barberías. La droga, el paro juvenil, la ausencia de mínimos valores éticos, la legislación, etc. etc. están influyendo en todo ello. Pero por mucho que se puedan comprender sus causas , el ciudadano pide soluciones. ¿Sanbrán tomar nuestras autoridades las medidas adecuadas? Esperemos que acierten”.