El profesor Sanchis Guarner ja va recollir en un llibre el que uns pobles parlen “EN COPLES” dels altres que els són veïns i que tenen relativament poques diferències. Vinaròs i Benicarló no són cap excepció i sols per posar un exemple, recollim en que es va publicar en un periòdic de Cette, França, en gener de 1881:
UN PUERTO EN BENICARLÓ. Con gran alegría, señor redactor, voy a comunicar a V. Una buena noticia que de seguro llenará de júbilo al comercio de Cette que tiene aquí grandes relaciones, y también a la marina cetense y del litoral, cuyas relaciones con Benicarló son continuas. / Existen proyectos para convertir nuestra ya magnífica rada en un pequeño y hermoso puerto. / Pero he aquí lo sucedido. El gobierno español que no protege más que a los hombres entregados a sus miras políticas, y deja a los que trabajan abandonados a sus propias fuerzas, solicitado por la influencia de un cardenal, tuvo la malhadada idea de hacer un puerto en Vinaroz, villa insignificante y sin importancia alguna. / Tal propósito ha sido criticado por todos los hombres del arte, y por cuantos se ocupan del comercio, pues la fama de Benicarló era bastante conocida, y estaba muy por encima de la de Vinaroz. / Mas empresa tan descabellada no ha tenido éxito alguno, y pocos días ha un barco se fue a pique a treinta metros de distancia del muelle. Las obras se han hecho en malas condiciones: tal es la causa del siniestro. / Andaluces por temperamento, esperaban ver al comercio de Benicarló ir allí a cargar sus barcos; pretensión absurda, pues en nuestra rada cargamos muy bien los numerosos barcos franceses que vienen en busca de vino. / Pero viéndonos abandonados por el gobierno, que en España casi no protege al mundo comercial, y echados en brazos de una compañía inglesa, estamos en vías de hacer un magnífico puerto que la compañía construiría de su cuenta y riesgo siendo naturalmente para la misma sus productos durante un número determinado de años. / Parece que estas compañías tienen un sistema de construir puertos completamente nuevo. Emplean enormes masas de hierro, y construyen con mucha más rapidez que antes. Calcúlanse dos años para hacer un pequeño puerto; sobre todo cuando la posición topográfica es tan propicia como la de Benicarló, y la configuración del litoral y del suelo se prestan bien a ello. / Esta idea será aplaudida por el comercio de todo el reino de Valencia, por la marina del litoral y por toda la extranjera, y en especial por el cabotaje, pues el puerto de Benicarló será un intermediario entre el puerto natural de los Alfaques y el de Valencia para dar abrigo a los barcos durante el mal tiempo. Tendrá una bahía muy segura y al abrigo de la casi isla de Peñiscola, muy conocida de nuestros marinos. / Os saludo, señor redactor, con toda sinceridad. F. M. F. “ Al mes següent es va publicar la rèplica dels vinarossencs en el mateix perdiòdic, que es la que seguéix:
Vinaroz, 2 de Febrero de 1881. Sr. Director de El Comercio Marítimo de Cette. / Muy Sr. Nuestro y de nuestra más distinguida consideración: En uno de los números del periódico que tan dignamente dirige V. Perteneciente al último mes de Enero, se inserta un comunicado que lleva por epígrafe Un Puerto en Benicarló, redactado indudablemente por la pasión, la envidia o el despecho, y lleno de apreciciones injustas, de vergonzosas falsedades y de groseras e incalificables calumnias que vienen a herir de lleno, aunque de una manera tan repulsiva como cobarde, la dignidad y el decoro de Vinaroz y de sus intereses a cubierto, por otra parte, de tamaña ruindad y de bajeza tanta…/Afirma el escrito en cuestión, “que fue malhadada la idea de hacer un puerto en Vinaroz, VILLA INSIGNIFICANTE Y SIN IMPORTANCIA ALGUNA; y que esto ha sido criticado por los hombres de arte y por cuantos se ocupan en el comercio, pues la fama de Benicarló era conocida y estaba muy por encima de Vinaroz”. / Esta villa (ciudad con permiso del autor del escrito) insignificante y sin importancia alguna, cuenta, Sr. Director, con la segunda o tercera matrícula de mar de nuestra Península, con la Aduana principal de la provincia, de primera clase, con Juzgado de primera instancia, Administración de Rentas, Comandancia de marina, Comandancia Militar, Estación telegráfica de vértice; tiene un censo de población mucho mayor que Benicarló, contribuye al Estado con un subsidio industrial mucho más elevado que aquél, y posee cuatro notables fábricas a vapor, de harinas y arroces, un Instituto de segunda enseñanza, una imprenta, dos Casinos con quinientos socios, catorce cafés, una biblioteca pública, un astillero y un puerto anchuroso y de excelentes condiciones cuyas obras al terminarse habrán costado de trece a catorce millones de reales, mal que pese a la ira y al rencor del comunicante. / Nos llama F. M. F. “ANDALUCES POR TEMPERAMENTO, porque esperábamos que vinieran aquí a cargar los buques de Benicarló”. /Pues buques de Benicarló y muchos vienen a cargar a nuestro puerto, pese a quien pese; y además, casas de aquella villa vienen a establecerse aquí y a traer sus negocios. ¡No parece sino que vive en Babia el autor de Un puerto en Benicarló! / No nos consideramos ofendidos por el calificativo de andaluces aplicado por un gallego del Maestrazgo. /Preferimos el Jerez y el Manzanilla al prosaico peleón; oímos con más placer la soledad y las malagueñas que los relinchos que todavía se acostumbra a dar por las noches en algunos pueblos vecinos al nuestro; y puestos en alternativa, francamente, nos calaríamos mejor el calañés que la ignominiosa boina. / Cuestión de temperamento, como dice un poeta español, a quien de seguro no conoce el señor F. M. F. ../ Termina el escrito que nos ocupa diciendo: “que la marina del litoral y la extranjera aplaudo el proyecto de este puerto (mitológico) porque será un intrermediario entre los Alfaques y Valencia, dando seguridad en todo tiempo y teniendo la bahía al abrigo de la casi isla de Peñíscola”. / Ya tenemos otra vez en campaña la metromanía del comunicante. Desde los alfaques a Valencia hay una distancia de 75 millas, y el punto intermedio ha de ser Benicarló a 10 millas del primero. / Se comprende Benicarló como punto intermedio entre Barcelona y Valencia; pero parece que este señor tiene el don de medir mal y de acertar peor, y váyase esto como compensación a la suerte que le espera, proporcionada por las grandes masas que en un plazo de dos años terminarán aquel puerto anunciado con bombo y platillos en El Comercio Marítimo de Cette. / En confianza vamos a darle al señor F. M. F. una noticia que todavía ignora, a pesar de lo mucho que sabe. / Nos consta que el Sr. Marqués de Campo y don Antonio López, han solicitado del Gobierno la salida de Benicarló de los vapores Correos de Filipinas y Cuba. El primero considera dicha villa como punto intermedio entre Alcocebre y Manila; y, el segundo la aprecia exactamente entre Agua-Oliva y La Habana. No crea el comunicante, que él sólo entiende el manejo del metro y la corredera. / Antes de terminar debemos hacer una declaración leal y sincera. / Ningún resentimiento abrigamos en contra de Benicarló y sus dignos habitantes, ni hemos deseado perturbar jamás las buenas relaciones que con muchos de ellos nos unen. / Facultados están para considerar retiradas las palabras de este escrito que no estimen pertinentes a este enojoso asunto, puesto que no ha entrado en nuestro ánimo la idea de ofenderles ni remotamente siquiera; pero tengan en cuenta que hemos sido bruscamente atacados, haciéndose en nosotros un deber la necesidad de defendernos; porque si ellos profesan cariño al pueblo en que han nacido, a nosotros nos sucede exactamente lo propio. / De esta satisfacción anticipada, excluímos únicamente al autor del escrito que dejamos contestado, del cual nos despedimos retándole al palenque de la discusión en la prensa española, donde debe presentarse con la visera levantada, como cumple al decoro y a la dignidad de todo buen contendiente. / Y a V. Sr. Director de El Comercio Marítimo, le dirigimos el atentísimo ruego de que se sirva dar cabida en las columnas del diario a este escrito en vindicación de la justicia y la verdad que en tanto estiman los franceses, y cuyos sagrados fueros, por medio de una correspondencia incalificable y sin que V. Lo supiera, han sido desconocidos y atropellados. / Le anticipamos las más sincera gracias y quedamos de V. Muy atentos. S. S. Q. B. S. M. / En representación del comercio y la marina de Vinaroz”. (Suscriben el artículo 15 nombres).