(Sueca,1922-1992).Escriptor valencià. Cita a Vinaròs en el seu famòs llibre «Nosaltres els valencians» quan parla del seu Parlament integrat pels Urgellistes compromisaris de Casp. Extraem també del seu llibre «El Pais Valenciano» (pp.264-268. Barcelona. 1962), la següent referència a Vinarós, que pocs anys després traduiria al valencià en l’obra “Viatge pel País Valencià”: «…Vinaroz es una ciudad un poco mayor que Benicarló y de más potencia económica. Se sitúa a la orilla misma del mar, y su puerto fue aprovechado, ya en el siglo XVI, por algunas comarcas aragonesas para dar salida a sus productos. Hoy, en cambio, sólo se dedica al tráfico pesquero:más de 3.000 toneladas anuales de pescado captura la flota local. Toda la ciudad se alegra con la proximidad de las olas, aunque en sus calles perdure un rastro de calma labriega. No le falta su iglesia de portalón barroco. El edificio es pesado, con exterior de fortaleza: sobre sus muros blanquecinos, la entrada principal resalta con la policromia de sus piedra, negras las columnas salomónicas, pajizas en el resto de sus tallas y figuras./ Vinaroz es el último poblado del País Valenciano en la línea del litoral: unos kilómetros más arriba, el río Senia es la linde con la provincia de Tarragona. La transición se ha ido produciendo lentamente, y se percibe sobre todo en el habla, que en los vinarocenses apenas se diferencia del diálogo de Tortosa». Aquest gran defensor del valencià que va relacionar-se sovint amb el vinarossenc Almela i Vives, va escriure el pròleg del llibre d’Alfred Giner Sorolla, «Dol duen les flames».